Iniciar un proyecto empresarial en el ámbito odontológico es una decisión importante, pero uno de los aspectos más relevantes que todo odontólogo debe plantearse antes de abrir su clínica es: ¿Qué opción elegir, autónomo o sociedad?
Tomar esta decisión puede afectar de forma significativa al funcionamiento, la gestión y el éxito de tu clínica dental, así como a tu situación fiscal y legal. La elección entre ser autónomo o constituir una sociedad tiene muchas implicaciones, y por ello es esencial conocer las ventajas y desventajas de cada opción para tomar la mejor decisión posible.
En este artículo, abordaremos las principales diferencias entre trabajar como autónomo y gestionar una clínica dental bajo una sociedad, con el objetivo de que puedas tomar la decisión más acertada para tu carrera profesional.
Ser autónomo en una clínica dental: ¿Qué implica?
¿Qué es ser autónomo?
Ser autónomo significa trabajar por cuenta propia, asumiendo toda la responsabilidad tanto de la gestión de tu clínica dental como de las obligaciones fiscales, administrativas y legales. Este tipo de estructura es ideal para aquellos odontólogos que desean una mayor independencia en la gestión de su negocio, pero también supone asumir ciertos riesgos y compromisos.
Ventajas de ser autónomo
- Gestión simple y rápida: Crear una clínica dental como autónomo es relativamente sencillo. Basta con darte de alta en la Seguridad Social y en Hacienda, lo cual implica menos trámites y menor complejidad administrativa en comparación con constituir una sociedad.
- Menor inversión inicial: Al ser autónomo, no necesitas realizar una inversión inicial significativa para constituir tu negocio, como ocurre al crear una sociedad. Esta opción es ideal si no dispones de grandes recursos económicos en el momento de emprender.
- Mayor flexibilidad: Ser autónomo permite una mayor flexibilidad en la toma de decisiones. Como único responsable de tu negocio, puedes gestionar tu clínica dental según tus propias preferencias, sin necesidad de consultar a otros socios o accionistas.
- Impuestos simplificados: Los autónomos tributan en el IRPF (Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas), lo que puede resultar más sencillo de gestionar en comparación con el impuesto de sociedades. Además, si tienes ingresos limitados, las tasas de IRPF pueden ser más ventajosas en los primeros años.
- Control total: Si decides ser autónomo, tendrás control absoluto sobre todas las decisiones de tu clínica dental, desde la gestión de los tratamientos hasta las estrategias de marketing y la relación con los pacientes.
Desventajas de ser autónomo
- Responsabilidad ilimitada: La mayor desventaja de ser autónomo es que la responsabilidad es ilimitada. Esto significa que, en caso de problemas económicos o deudas, tus bienes personales (como tu casa o tus ahorros) pueden verse afectados. No hay una separación legal entre tus bienes personales y los del negocio.
- Cargas fiscales elevadas en niveles altos de ingresos: Aunque el IRPF puede ser beneficioso para niveles bajos de ingresos, en cuanto tu clínica dental empiece a generar ingresos significativos, podrías estar sujeto a tasas de IRPF más altas en comparación con el impuesto de sociedades. En este caso, ser autónomo podría resultar menos rentable.
- Mayor carga de trabajo: Al ser autónomo, eres responsable de todo. Esto incluye no solo los aspectos clínicos, sino también los administrativos, financieros y fiscales. Esta carga de trabajo puede ser considerable y podría alejarte de lo que realmente te apasiona: cuidar a tus pacientes.
- Menos prestigio en ciertos sectores: En algunos casos, la figura del autónomo puede percibirse como menos profesional o menos consolidada en comparación con la de una sociedad. Esto podría influir en la percepción de los pacientes, especialmente en sectores muy competitivos o cuando se quiere transmitir una imagen corporativa.
Crear una sociedad para gestionar tu clínica dental: ¿Qué implica?
¿Qué es una sociedad?
Una sociedad es una entidad legal independiente de los socios que la conforman. Esto significa que, a diferencia de los autónomos, los propietarios de una sociedad tienen una responsabilidad limitada, y el patrimonio personal de los socios está protegido ante posibles deudas o problemas legales de la clínica.
Existen varias formas jurídicas para constituir una sociedad, siendo la más común en el ámbito odontológico la Sociedad Limitada (SL).
Ventajas de constituir una sociedad
- Responsabilidad limitada: A diferencia de los autónomos, en una sociedad, la responsabilidad de los socios está limitada al capital que hayan aportado. Esto significa que, en caso de problemas económicos o legales, tu patrimonio personal estará protegido, y solo se verán afectados los activos de la empresa.
- Impuesto de sociedades más favorable en ciertos niveles de ingresos: Las sociedades tributan en el Impuesto de Sociedades, el cual tiene un tipo fijo. Esto puede ser ventajoso si tu clínica dental genera ingresos elevados, ya que la tasa impositiva puede ser más baja que la de los autónomos con ingresos similares sujetos al IRPF.
- Facilidad para crecer y atraer inversión: Si tienes planes de expandir tu clínica dental, la constitución de una sociedad puede facilitar la entrada de socios o inversores. Además, una estructura societaria ofrece mayor flexibilidad para gestionar el capital y permite repartir beneficios entre los accionistas.
- Mejor imagen corporativa: Ser una sociedad puede ofrecer una imagen más sólida y profesional ante los pacientes, proveedores y colaboradores. La percepción de una clínica dental gestionada como una sociedad suele ser más positiva en términos de confiabilidad y estabilidad.
- Posibilidad de deducciones fiscales: Las sociedades tienen acceso a una mayor cantidad de deducciones fiscales y beneficios que los autónomos. Esto puede suponer un ahorro significativo en impuestos, especialmente si tu clínica está en crecimiento y tiene costos importantes de inversión en tecnología o marketing.
Desventajas de constituir una sociedad
- Trámites más complejos: Constituir una sociedad implica más trámites administrativos y legales que ser autónomo. Necesitarás realizar el registro en el Registro Mercantil, contar con un capital mínimo inicial, redactar unos estatutos sociales y designar un administrador.
- Costos más elevados: Los costos iniciales para crear una sociedad son más altos que los de un autónomo. Además, los gastos de gestión administrativa y contable suelen ser más elevados, ya que deberás cumplir con obligaciones fiscales más complejas.
- Menor flexibilidad: En una sociedad, las decisiones importantes deben ser tomadas por los socios o accionistas. Esto puede ralentizar la toma de decisiones en comparación con la flexibilidad de un autónomo.
- Compromiso de transparencia: Al gestionar una sociedad, estarás obligado a presentar cuentas anuales en el Registro Mercantil y seguir estrictas normas de contabilidad. Esto implica mayor transparencia y una mayor carga administrativa.
¿Autónomo o sociedad? Factores a tener en cuenta
Elegir entre ser autónomo o constituir una sociedad para gestionar tu clínica dental dependerá de varios factores. A continuación, te mostramos algunos aspectos clave que deberías considerar antes de tomar una decisión:
1. Tamaño y proyección de la clínica
Si estás comenzando tu carrera como odontólogo y quieres gestionar una clínica de pequeña escala, la opción de autónomo puede ser la más adecuada. Sin embargo, si tienes planes de crecimiento o si tu clínica cuenta con varios empleados y un volumen importante de pacientes, la estructura de sociedad podría ser más conveniente a largo plazo.
2. Ingresos actuales y futuros
Si prevés que los ingresos de tu clínica dental van a aumentar considerablemente, la tributación del impuesto de sociedades puede resultar más beneficiosa que el IRPF de los autónomos. En cambio, si estás comenzando y los ingresos son limitados, ser autónomo podría ahorrarte impuestos en los primeros años.
3. Riesgos y responsabilidad
Si te preocupa la posibilidad de contraer deudas o tener problemas legales, constituir una sociedad te ofrece la ventaja de proteger tu patrimonio personal. Por el contrario, ser autónomo implica una mayor exposición al riesgo.
4. Imagen y percepción ante los pacientes
Si deseas proyectar una imagen más profesional y estructurada, especialmente si planeas expandir tu clínica dental, la opción de sociedad puede ayudar a mejorar la percepción de tu negocio.
La elección entre ser autónomo o constituir una sociedad es una decisión importante que puede afectar significativamente al futuro de tu clínica dental. Si bien ser autónomo es una opción más flexible y sencilla de gestionar en los primeros años, constituir una sociedad ofrece beneficios fiscales y de protección legal que pueden ser esenciales para el crecimiento a largo plazo.
La decisión dependerá de tus metas profesionales, el tamaño de tu clínica y tu proyección futura. No obstante, si te sientes abrumado ante esta elección, una consultora dental como Metodoclinic puede ofrecerte el asesoramiento necesario para tomar la mejor decisión y optimizar la gestión de tu clínica.